
Ideal para dominguear con el coche, dormir la siesta mirando al techo, darte una vuelta por tu aburrida ciudad o irte al parque a ver las hojas caer. Y es que Coastal viven en ese eterno otoño (muy lánguido y a cámara lenta) adictivo, que convierte sus canciones en pildoritas de paz, calma y sosiego... momentos de soledad que uno necesita, fotos de las que uno nunca se cansa. Un disco que será un clásico, o que debería convertirse en un clásico de la ensoñación pop.
1 comentario:
Pues con el calorcito que estamos pasando ese aire fresco y relajado es como una bendición.
Una joyita que no conocía. Todo un placer dejarse mecer.
Publicar un comentario